Un informe de CNN señala que desde el inicio de la pandemia, 64 compañías aéreas han desaparecido. Esta situación provocó igualmente el aumento de los precios en alrededor de un 36% desde principios del 2023 señala Flight Centre, una central de reservas del Reino Unido. La crisis sanitaria, la inflación, el aumento de costos de combustible, y tasas de cambio desfavorables han puesto en evidencia la mala gestión de varias empresas. El portal Reportnews menciona que a partir de marzo del 2020 muchas líneas aéreas no han podido reanudar sus operaciones declarándose en quiebra.

Algunas de las aerolíneas desaparecidas no eran muy conocidas como Jet Time, NokScoot o Fly My Sky pero también quebraron otras de renombre como Alitalia o Air Namibia, dice CNN. El portal Allplane también detalla las aerolíneas que han dejado de operar, mencionando, por ejemplo, en 2022 la desaparición de Air Leap, de Suecia, Ego Airways, de Italia, Tel Aviv Air de Israel y Flybe, de origen británico, entre otras. Allplane presentó un listado de las compañias aéreas que han dejado de operar en el presente año, por motivos varios como la falta de fondos u otras causas más complejas.

Muchas de estas empresas habían tenido problemas desde tiempo atrás, señalan desde Allplane. Otras eran muy pequeñas, sin conexiones y alcance para competir con las grandes compañías. En lugares más cercanos podemos mencionar la desaparición de la mexicana Aeromar con un historial de 35 años de presencia en el mercado; Ultra Air, una aerolínea colombiana anunció su suspensión de actividades el 29 de marzo, poco después de que lo hiciera la compañía, Viva Air, otra empresa de bajo costo.

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La Asociación de Transporte Aéreo de América Latina y el Caribe (ALTA) menciona que desde 2020 un total de 10 aerolíneas latinoamericanas se han retirado del mercado por diferentes motivos. Estas compañías son Avianca Perú, TAME Ecuador, LATAM Argentina, Andes Líneas Aéreas, Interjet, Itapemirim Transportes Aéreos, Aeromar, Viva Air, con sucursales independientes en Colombia y Perú, además de Ultra Air.

 “La aviación tiene que ser parte de agendas de Estado que trascienden a los gobiernos, es un servicio esencial para la población de la región y un motor económico que activa una gran cadena de valor que genera empleos, bienestar social y económico”, señalan desde ALTA.