Se estima que hay aproximadamente 500.000 perros de servicio en los EE. UU., que sirven como compañeros de viaje altamente calificados para numerosas personas. Los perros de servicio brindan a las personas con discapacidades la oportunidad de viajar y vivir en forma independiente, permitiéndoles experimentar libertad y llevar una vida plena. 

A partir de enero de 2021, el Departamento de Transporte exige a todos los pasajeros que viajan con un perro de servicio completar un formulario denominado de transporte.  Igualmente se debe verificar la documentación requerida y política establecida por la aerolínea transportadora antes del viaje, ya que las compañías aéreas tienen diferentes protocolos para el viaje con perros de servicio.

Los perros de servicio deben obtener una certificación. En determinados casos es necesario que los perros lleven una identificación, un chaleco, por ejemplo, que indique claramente su función como animal de servicio. Arneses y registros veterinarios también son necesarios. Las aerolíneas pueden negar el transporte si consideran que el animal ocasiona perturbaciones en la cabina o en las áreas públicas del aeropuerto, sin son excesivamente grandes o pesados o representan un riesgo para el bienestar y seguridad de los demás pasajeros. Es fundamental evitar sobrealimentar a los perros antes del vuelo.

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También, durante el vuelo no olvidar algunos elementos necesarios, como agua, comida y medicamentos para el animal. Algún objeto o juguete familiar puede contribuir a la tranquilidad y relajación del perro en entornos desconocidos. Finalmente, ya en destino, es importante tener los datos de algún veterinario local para eventuales consultas.