Con el objetivo de regular el comportamiento de los turistas y proyectar una mejor imagen de la ciudad, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, anunció que actualmente se está analizando un nuevo decálogo que busca controlar ciertos excesos y malas conductas. Entre los puntos se estudia el multar a los visitantes que se sienten en el suelo.

Tras el anuncio, la normativa generó controversia entre algunos integrantes de la Asamblea Municipal, quienes aseguran que “no se puede prohibir todo” y solicitan que sean habilitadas zonas específicas en las que los turistas puedan detenerse a descansar. El debate está encendido en la comisión encargada de examinar el reglamento antes de que en octubre se envíe al Consejo del Ayuntamiento para su votación.

El punto que genera mayor controversia es el artículo 35 que prohíbe sentarse en el suelo del casco antiguo, veredas o pasos de monumentos así como utilizar los bancos públicos como áreas de picnic. En caso de que no se acaten las prohibiciones, las infracciones podrían ir desde 50 hasta 500 euros, pero solo en casos de reiteración.

Desde el Ayuntamiento veneciano, las autoridades indicaron a la prensa italiana que la medida no se centrará en los turistas que decidan descansar tras un arduo recorrido por la ciudad, sino más bien en aquellos que “conviertan el suelo o las escaleras de los monumentos en restaurantes improvisados”.

Una vez que sea aprobada, además de Venecia, la normativa se extenderá también a las islas vecinas de Murano, Burano y el Lido.