A través de un comunicado firmado por el Consejo Internacional de Aeropuertos de Latinoamérica y el Caribe (ACI-LAC); la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA); la Organización de Servicios de Navegación Aérea Civil (CANSO) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la industria aérea pidió acciones gubernamentales específicas que contribuyan a aliviar el impacto de la pandemia global de COVID-19.

“Reconocemos y aplaudimos las medidas ya implementadas por algunos gobiernos para apoyar esta situación crítica y alentamos enérgicamente a otros a tomar urgentemente medidas propias. Estamos atravesando una reducción masiva de tráfico aéreo sin un final a la vista y debemos asegurarnos de que los proveedores del transporte aéreo sobrevivan a esta crisis, ya que tendrán un papel esencial que desempeñar en la recuperación socioeconómica”, señala parte del comunicado emitido.

Entre las medidas se sugiere considerar: ayuda a la continuidad de los servicios prestados por las aerolíneas, aeropuertos, proveedores de servicios de navegación aérea y servicios asociados que respaldarán conjuntamente el retorno del tráfico aéreo comercial y garantizarán la sostenibilidad económica y financiera de la industria de la aviación; inclusión del sector de la aviación en cualquier esquema nacional o paquete de ayuda especial para proporcionar alivio a la grave situación actual; facilitación de la renegociación de la deuda y permitir que los presupuestos gubernamentales se reinviertan en el sector de la aviación; ajuste de las condiciones laborales para empresas y empleados bajo acuerdos conjuntos como medida de contingencia.

También se pide flexibilidad con respecto a las reglas de slots y otras disposiciones no relacionadas con la seguridad que puedan permitir a la industria regresar a las operaciones rápidamente una vez que termine la contingencia; alivio temporal en el requerimiento de desarrollo de infraestructura aeroportuaria, particularmente para cumplir con las obligaciones o proyectos de nivel de servicio que la industria no requiere de inmediato; y flexibilidad con las obligaciones de calidad de servicio hasta que las operaciones vuelvan a la normalidad.