Aunque el espacio ya se encuentra abierto, la aerolínea está promocionando el espacio como "un lugar exclusivo y cómodo para relajarse mientras los viajeros esperan la salida del vuelo", ya que debido a las restricciones que aplican en la sala no se permiten consumir alimentos ni bebidas en el salón. Aunque Lufthansa ofrece un menú para llevar y consumirla afuera del espacio.

Además del Lufthansa First Class Lounge de Frankfurt, la compañía planea seguir reabriendo de manera gradual otros lounges tanto en Alemania como en otros países.