La renuncia se produce ante la exigencia de fuertes concesiones a la competencia por parte de la Comisión Europea, en forma de rutas y slots (permisos de despegue y aterrizaje). La Comisión Europa considera además que la  operación generaría problemas de competencia en rutas domésticas, insulares, europeas y transoceánicas hacia América del Norte y del Sur.

"Creemos que esta es la mejor decisión para proteger los intereses de nuestros accionistas. IAG sigue comprometida con su estrategia, que incluye competir eficazmente desde su hub de Madrid, una estrategia que está dando resultados positivos. Seguiremos desarrollando nuestra presencia en Madrid de manera que el hub pueda competir con los mayores aeropuertos de Europa", ha señalado el consejero delegado del holding, Luis Gallego, en un comunicado.

El Consejo de Administración de IAG, acordó no seguir con la operación al considerar que, "en el actual entorno regulatorio, no redundaría en beneficio de los accionistas".

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IAG había presentado una primera oferta de compensaciones que suponía ceder a sus rivales el 40% de las rutas operadas por Air Europa en 2023. En mayo, ante las dudas de Bruselas, elevó esa cifra hasta el 52%. Pero para la Comisión no fue suficiente, y reclamó elevar todavía más la cifra, hasta un total de 58 rutas, opción que IAG no aceptó. "Las exigencias de la Dirección General de Competencia para dar luz verde a la operación son tan altas que deja de tener sentido empresarial para Iberia", explican fuentes de la compañía.

Iberia ya trabaja en una nueva hoja de ruta, "Plan de Vuelo 2030", que dará a conocer próximamente.