Las aerolíneas de todo el mundo están modificando constantemente las composiciones de sus flotas a medida que surgen oportunidades para aplazamientos, cancelaciones o adquisiciones de aviones nuevos o usados. Las tres grandes líneas aéreas de la red global de los EE.UU están adoptando diferentes enfoques en la gestión de sus flotas, con miras a lograr el equilibrio correcto entre costos e ingresos.

AMERICAN AIRLINES


En lo que va del presente año, American Airlines ha cancelado un pedido de 22 Airbus A350 de cuerpos anchos, ordenó 47 Boeing 787s y entregas diferidas de 40 737 MAX y 22 A321neos. Asimismo, ha ordenado aviones regionales más grandes: 15 Bombardier CRJ900s y 15 Embraer 175s para reemplazar aviones de calibre más pequeño. Con los cambios, American estima que sus gastos en aeronaves se reducirán de USD 4.000 millones en 2017 a USD 1.900 millones en 2018.

DELTA AIR LINES


Delta Air Lines, por su parte, está reemplazando el 30% de su flota de línea principal hasta 2020, incluyendo el retiro de sus aviones MD-88. Si bien Delta ha visto históricamente oportunidades en el mercado de aviones usados, adquiriendo en los últimos años MD-90 usados, ahora su estrategia la está dirigiendo hacia la adquisición de aviones nuevos.

UNITED AIRLINES


Por otro lado, durante los últimos años, United Airlines ha sido más activa en el mercado de aviones usados. En 2015, subarrendó 2 Boeing 737-700s de Copa Airlines y llegó a un acuerdo con AerCap para arrendar 25 Airbus A319 de cuerpos estrechos anteriormente operados por China Southern Airlines. Este año también forjó otro acuerdo para 20 A319 usados y tres Boeing 767s de Hawaiian Airlines. También incorporará cuatro nuevos 787s y 24 Embraer 175s para reemplazar los antiguos CRJ700s. De igual modo, United hace hincapié en un cierto nivel de flexibilidad a medida que los precios del petróleo continúan subiendo. La gerencia de la aerolínea recientemente recomendó la devolución de arrendamientos y posiblemente el retiro de los aviones más antiguos.