El sistema denominado biometric exit, permite ahorrar el tiempo que llevaría controlar y verificar tickets y pasaportes y consiste en hacer una fotografía instantánea de la cara del pasajero que luego se compara con la imagen existente en el pasaporte. El proceso demora dos segundos y una vez comprobada la identidad del pasajero este puede abordar el avión.

El biometric exit es un proyecto conjunto del aeropuerto de MIA, Lufthansa y la autoridad de Inmigración en su permanente búsqueda de sistemas innovadores que permitan acelerar la entrada y salida de pasajeros, mejorando el servicio a los mismos al tiempo de aumentar la seguridad.

Próximamente Lufthansa estaría implementando el moderno servicio en las puertas que atienden sus vuelos a Frankfurt y Düsseldorf desde Miami.

El director del equipo tecnológico de la firma SITA, Sean Farrell, que fabrica el equipo, declaró a la prensa que “para el año 2020 los grandes aeropuertos habrán cambiado el sistema de inspección al modelo biométrico” para ahorrar tiempo.

El año pasado MIA rompió su marca histórica, tras superar la cifra de 45 millones de pasajeros durante 2018, un millón más que en 2017, para posicionarse entre los más concurridos del mundo, al mismo tiempo que superó su récord anterior de carga con 2,3 millones de toneladas de mercancía.