La mayoría de los pasajeros consideran importante agilizar los procesos durante el paso por los aeropuertos, ya que el ahorro de tiempo representa un elemento esencial para mejorar sustancialmente la experiencia del viaje. De acuerdo a la opinión de expertos, abordar un vuelo internacional requerirá sólo minutos, no horas, a través de la tecnología de reconocimiento facial que permitirá acelerar los trámites aduaneros y de inmigración.


Dicha innovación tecnológica está siendo probada en 15 aeropuertos de Estados Unidos hasta el momento, incluidos Hartsfield-Jackson de Atlanta, Logan de Boston, LAX de los Ángeles, el aeropuerto de Orlando y el JFK de Nueva York con el apoyo de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) del país. La herramienta de escaneo facial se encuentra en diversas etapas de prueba con socios de aerolíneas como British Airlines, Delta, JetBlue y Lufthansa.


Las personas que acepten participar de dichas pruebas deberán acercarse a una cámara o quiosco, se toman una foto y posteriormente, una vez confirmada la identidad con imágenes almacenadas ya sean fotos de pasaporte o fotos de visa, el pasajero puede abordar el avión sin mayor pérdida de tiempo.


En este sentido la biometría es precisa para identificar a las personas y gracias a los favorables resultados obtenidos desde su implementación en 2017, ha ganado simpatizantes en la industria tanto de viajeros así como también empresarios del sector ya que resulta más económico y rápido capturar la foto de alguien, que tomar sus huellas digitales o escaneos del iris.


A futuro se espera expandir esta innovación tecnológica en otros aeropuertos, no solamente de Estados Unidos sino también alrededor del mundo para mejorar los procedimientos y ayudar a un rápido reconocimiento del pasajero sin descuidar los aspectos de seguridad, los cuales se verán potenciados gracias al escaneo facial tal cual lo adelantaba SITA en su reporte de este año.


Finalmente cabe destacar que los avances en materia de seguridad se debieron en gran parte a lo sucedido el 11 de setiembre de 2001, ya que las terminales aéreas dieron mayor importancia a la identificación minuciosa de los pasajeros luego del trágico suceso, a fin de evitar inconvenientes perjudiciales para los viajeros y la industria aeronáutica en general.